sábado, 26 de mayo de 2007
Cuchillos jamoneros y nacionalismo hispánico
A colación de la notícia publicada hoy por El País respecto a si la Tizona (la famosa espada que blandía el Cid) es auténtica o no, propongo que todo español de bien disponga en casa de un cuchillo jamonero que previamente haya sido bendecido por el párroco del pueblo como elemento de cohesión nacional española y de defensa ante la posible invasión del barbarismo musulmán. Si los suizos (tal y cómo comenta la leyenda) tienen un fusil en casa escondido en el lavabo en caso de que esté en peligro la seguridad nacional (los famosos reservistas), los españoles no hemos de ser menos. Ahora que se cuestiona hasta lo más sagrado habrá que esperar a que certifiquen la autenticidad de las bragas de Isabel La Católica... Digno de un guión bufo de Berlanga...
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1 comentario:
Ni fusil ni espada. Un buen chorizo de cantimpalo bien "curao" detrás de la puerta, y al perro infiel que traspase nuestro umbral, garrotazo que te crió. En ausencia de tal arma, pedid ayuda al grito de "A mí la Legión". Seamos buenos españoles, señores.
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