viernes, 19 de enero de 2007

English practical course: lesson two


That's a cameltoe... (or, in Spanish, "la hucha")

sábado, 13 de enero de 2007

English practical course: lesson one


How to learn easy poetry (and rhymes) in English...

viernes, 12 de enero de 2007

Mies Van Der Rohe


Como dijo el gran maestro, "menos es más" (de aquí al hilo dental como traje de baño...). Sin palabras...

miércoles, 3 de enero de 2007

Fallen idol


La semana pasada se inició uno de los (a priori) más esperados come backs televisivos de los últimos cinco años (como mínimo para los amantes del humor patrio televisivo): la segunda parte de la ya mítica seria "Manos a la obra", rebautizada coomo "Manolo & Benito Corporeison". El primer capítulo tuve la mala suerte de perdérmelo gracias a la puta costumbre de las televisiones de contraprogramarse ellas mismas (según la prensa estava anunciada la emisión de "Buscando A Nemo", pese a que Antena 3 finalmente emitió la serie). Pero el segundo no pensaba perdérmelo por nada del mundo: volver a ver a Benito, después de tantos años, bién lo valía...

Craso error: la nueva versión de la serie es pura bazofia descafeinada comparada con la primera. Ha perdido muchísima chispa y a Benito parece que lo tienen aletargado a base de heroina afgana: sobretodo se nota en su approach hacia las mujeres y su falta de reflejos verbales (aquellos clásicos "te voy a.....todo lo negro un día sí y otro también" o "me tienes totalmente entregado", farfullados con una esquisitez proletaria cañí digna de manual). La inserción de Loles León puede ser un futuro punto a favor de la serie, pero las novedades son realmente lastimeras. Los productores han pensado que inyectando carne (ergo, jamelgas) en la serie, esta ganaría enteros, lo que no es así. Por un lado tenemos a Carolina Cerezuela (la rubia explosiva de Cámera Café), en plena eclosión de sobreactuación rayando lo insoportable. Y por el otro tenemos a Patricia Figón (actriz que se hizo famosa a partir de la serie teen "Nada Es Para Siempre", en la que intepretaba a Susana, la niñata perpétuamente enamorada de Gato), la cual deja a la Cerezuela al nivel de una Barbara Stanwick: y es que pese a que a la niña le haya sentado muy bien la adolescencia (¿para cuando la veremos en cueros en alguna publicación patria, si no lo ha hecho ya?), de actuar nada de nada...

Y respecto a las viejas glorias, muy vergonzante ver a Terele Pávez y a Manuel Manquiña arrastrándose con unos guiones de juzgado de guardia.

El primer desengaño de la temporada televisiva (y espero que sea el último). Mucho ha de cambiar la cosa para que la serie llegue a ser ni la mitad de buena de lo que era la original.